Después de tan importante evento se le realizo una pequeña entrevista, para entender su sentir, ya que ella lloró emotivamente, y dijo: "Lloré porque me arrepentí de todo lo pasado haberle fallado al Señor, pero dejé en el agua la carne del pecado y renací".
Lupita, ya te bautizaron por la religión cristiana, ¿cómo se hace?
"Sumerges todo el cuerpo en agua, junto con tus pastores. Primero oramos todos y me preguntaron si estaba de acuerdo en vivir para servirle al Señor por los siglos de los siglos, y respondí que sí. Me motivó el hecho de que, definitivamente, esto ha restaurado a mi familia, que estaba desbalagada; mis hijos andaban por un lado y yo por otro. Había un desorden familiar total porque no existía convivencia.
A mí me ha restaurado porque me quitó las adicciones y excesos, fue una determinación que tomé al verme mal. De repente el diablo llega y la carne te gana, fue el momento en el que me arrepentí del pasado; resultó doloroso pensar que le había fallado al Señor".
-¿Qué otras situaciones te hicieron cambiar?
"Principalmente mi comportamiento y el embarazo de mi nuera Charito; también ahora yo soy el eje de César (su hijo menor) y mi prioridad, por ellos decidí bautizarme. El significado de sumergirte en el agua es que se queda la carne muerta del pecado y al salir eres una criatura nueva".
-¿Al salir del agua qué sentiste?
"Empieza a abrirse el cielo y salió el sol, baja el Espíritu Santo y desciende sobre mí, se ve un rayo de luz que te envía el Señor; Él lo mandó a mis ojos y empecé a llorar. Fue una emoción muy fuerte, es un compromiso mayor en el cual debo de tener más paz y tranquilidad con mis hijos".
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